De la pizarra al panel interactivo: 10 razones para olvidarse de la tiza

La revolución que ha transformado la educación en las últimas décadas también ha afectado a la forma de presentar conocimientos en el aula a los alumnos. Casi sin notarlo, se pasó de la pizarra de tiza verde a la blanca con rotulador, un simple cambio de forma, pero la nueva revolución viene de la mano de los paneles interactivos que sí significan un cambio radical en el fondo.

Qué es un panel interactivo

De forma muy breve, los paneles interactivos son pantallas diseñadas para que el docente pueda escribir, presentar, mostrar vídeos, imágenes, textos o cualquier material necesario para la enseñanza de sus materias en un solo espacio. Además de ser la plataforma ideal para la enseñanza en remoto. 

Cómo ayuda al profesor de FP un panel interactivo

Para cualquier profesor, criado en la era analógica, un panel interactivo como el Smart Board, puede suponer una gran diferencia a la hora de presentar a los alumnos su conocimiento. Por un lado, es un instrumento de conexión con los alumnos, ya que la mayoría de ellos han crecido con la tecnología en sus vidas y, por otro, la opción de tener todo tipo de recursos para presentar sus contenidos de forma simple.

Sin exagerar, podemos decir que su uso es tan sencillo como un móvil, tiene una doble botonera para encenderlo y elegir las funciones deseadas. Y, ofrece todo tipo de opciones para dinamizar el aprendizaje de los alumnos. Será el profesor quien ponga el límite a los recursos a utilizar: como una pizarra de siempre o diversificando el contenido a través de texto, imagen o vídeo, entre otras alternativas.

10 razones para olvidarse de las pizarras y pasarse al panel interactivo

1. La pizarra de siempre.

Es su uso más básico. Con tan solo encender el panel, y elegir “pizarra” podemos escribir con nuestro bolígrafo de tinta digital. Eso sí, más avanzado que una tiza, ya que ofrece múltiples posibilidades como escoger el grosor del trazado o el color de la tinta. También podremos borrar con él o si lo preferimos con uno de los botones. Para rizar el rizo, permite seleccionar formas (cuadrados, círculos, etc.) o líneas que mejoran la calidad de la presentación y nuestras explicaciones.

2. Plantillas.

Avanzando un poco más en sus funciones, podemos elegir una plantilla como fondo de esta pizarra. Ya que no siempre hace falta un fondo liso blanco o con color. Hay una selección de plantillas guardada o podemos desarrollar la nuestra: cuadraditos, líneas paralelas o cualquier diseño que nos ayude en la explicación. 

3. Deshacer y rehacer.

He aquí algo que puede salvar la vida a más de un profesor. La opción de deshacer o de rehacer, igual que en un procesador de textos. Estamos en la pizarra desarrollando una explicación. Nos equivocamos. Con un sencillo clic, podemos recuperar lo anterior o si hemos borrado rehacer lo escrito. Nunca perdemos el contenido de valor desarrollado. 

4. Poner la presentación.

Solo con un cable, conectamos nuestro móvil, tableta o portátil al panel interactivo para mostrar la presentación del contenido preparado para la clase. Ahorramos tiempo y podemos estar más atentos a las necesidades de los alumnos durante las clases. 

5. Mostrar imágenes y vídeos.

Cada materia que se enseña es diferente, pero la posibilidad de enseñar vídeos o imágenes tiene un valor diferencial a la hora de entender conceptos por parte de los alumnos. No solo las enseñaremos, podemos hacer anotaciones sobre cualquier vídeo o imagen a lo largo de la explicación. Por ejemplo: un vídeo sobre un montaje de un motor, podemos ir parando y ofreciendo explicaciones sobre cada paso e incluso escribir o poner flechas sobre las imágenes o pantallazos para que el alumno entienda mejor los conceptos. 

6. Conexión a Internet.

Con el panel interactivo, bien por cable bien por wifi, tenemos acceso a los buscadores, como Chrome, y tan solo con desplegar el teclado táctil se podrá hacer una búsqueda durante de la clase, si es necesario. Los alumnos verán el resultado directamente. 

7. Código QR.

Frecuentemente no se sabe si los alumnos han copiado correctamente los conceptos desarrollados en la pizarra. Con un sencillo gesto, apretar un botón, guardamos lo escrito en el panel y generamos un código QR con el cual el estudiante se lleva a casa lo escrito en la pizarra en un archivo pdf o png. Muy útil, igualmente, para las tareas y problemas que se les pide que hagan en casa: ya no es necesario dar copias en papel, con este código lo tienen en sus dispositivos.

8. Presentaciones individuales o grupales.

El alumno trae su trabajo hecho y con un cable al móvil o tablet puede presentarlo a toda la clase en apenas unos segundos. La posibilidad de unir la presentación con la interacción en el panel mejora las presentaciones de los alumnos en un entorno que conocen, el tecnológico. 

9. Enseñanza remota.

El panel facilita la interacción de los alumnos en la dinámica de grupo cuando damos estamos dando la clase, total o parcialmente, en remoto. Durante la videoconferencia podemos ver a los estudiantes en la pantalla todos o aquellos que no estén en clase.

10. No requiere ordenador.

La manera de sacar el máximo rendimiento a nuestro panel interactivo es a través de un ordenador, ya que potenciamos la interactividad con los alumnos, mejoramos la interacción en videoconferencias, etc. No obstante, también nos ofrece la posibilidad de usarse sin conexión al mismo para agilizar su uso, por ejemplo, cuando lo tenemos en movimiento con el pie móvil.

Como vemos, el panel interactivo es una herramienta que se beneficia del conocimiento tecnológico de las nuevas generaciones de estudiantes para que su aprendizaje se desarrolle en un entorno que dominan y disfrutan. La gran cantidad de aplicaciones que permite desarrollar en el aula lo convierten en un instrumento indispensable en la educación. Y no hablamos de un futuro lejano…